El futuro en nuestras manos



 De los pecados mortales que tiene, cumple o sufre nuestra República es la de ser un país históricamente caro para sus habitantes. Caro para todos nosotros, caro para vivir, caro para pagar impuestos, caro para pagar paz. Caro para educar a nuestros hijos. Y es algo que definitivamente debemos corregir, proyectándonos treinta, cuarenta o cincuenta años para adelante. 

No se puede vivir en la inmediatez, en lo de ahora, en ver a quien pongo en alguna intendencia, a quien coloco aquí o allá. Hay que pensar como estadista, señores. Hay que pensar en el país del futuro. Cuando una persona mayor, planta árboles, sabiendo que ni siquiera va a poder disfrutar de su sombra, y eso es mirar hacia adelante. Eso es mirar con inteligencia, con bondad, con desprendimiento, solucionar el futuro de nuestra querida República. Hay que echar mano a lo que haya que echar, pero tenemos que ir corrigiendo este rumbo del país caro. 

El país caro frustra. El país caro, de alguna manera, hace que la gente viva incómoda, que estén pensando en las cuentas, en el ver cómo llegamos a fin de mes si tenés un trabajo y si no tenés trabajo, se complica aún más y eso no está bien. 

Los países baratos son países donde a la gente le rinde los sueldos, donde la gente llega a fin de mes, y por sobre todas las cosas donde hay capacidad de ahorro. Hay que apuntar urgentemente a ese país. Tenemos que bajar el costo del Estado, tenemos que sacar la burocracia, y tenemos que empezar a trabajar ya, y no me vengan con que no se puede. 

Sí se puede! 

Si en el Uruguay queremos, en el Uruguay podemos.

Francisco Sanguinetti, 

Presidente de la Agrupación Nacional Blancos Coronilla.

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