Manifiesto del Timote

Ser Blanco es un modo de ser Oriental.

No se necesita ostentar una divisa, ondear una bandera, vivir de glorias pasadas o agitar honrosas memorias.

Ser Blanco es una forma de entender la realidad, un modo de vivir, un acento identitario y un particular estilo de comprender el presente y el futuro del país.

El heroísmo de nuestros ancestros, la fuerza de nuestros lanceros, la entrega de nuestros servidores, la sabiduría de nuestros luchadores sociales, el compromiso de nuestros militantes de todas las horas y la épica transmitida como tesoro contra toda resistencia, de generación en generación, no es una identidad sino una ética que debemos conservar para no olvidar el rumbo.

Tomamos las banderas federales del general José Artigas y eso nos dio nuestra forma de entender la política. 

Nacimos hace casi dos siglos luchando por los derechos más elementales y de los menos privilegiados, dimos voz a los que nadie oía, y fuimos voz de los sin voz.

Eso necesitamos seguir siendo.

Somos hijos de la voluntad popular, de las lanzas y las urnas, de la resistencia y del voto, de la justicia social y la soberanía, de los derechos cívicos y la participación comprometida, de la trinchera y las tribunas, de la libertad y las raíces.

Somos la palabra profunda de la tierruca.

Optamos por identificarnos con el Coronilla, porque se trata de un árbol familiar de nuestro paisaje, de madera dura, que crece con espinas, pero da frutos.

En estos días de tantas dificultades, elegimos llamarnos Blancos Coronilla, porque convivimos con identidades difusas, afinidades líquidas, similitudes superficiales y alianzas que tientan a la confusión.

Queremos que el “nosotros, somos nosotros”, sea cierto una vez más.

Bregaremos por justicia social para todos los Orientales, tal como nos enseñaron nuestros mayores desde el origen mismo de la República, y todo Gobierno patriótico va a contar con nuestro comprometido respaldo.

No ahorraremos nada en ese compromiso, pero tampoco reservaremos la crítica constructiva cuando la conducción política del país se aparte del camino.

Nuestra voz será la de la militancia sencilla, la de los blancos de a pie y la de los que solo buscan la simple defensa de la Patria que algunos no entienden ni consideran.

Venimos del último rincón donde no hay pereza ni olvido, del surco y las ciudades, del terrón y del asfalto, de muy lejos y de muy cerca, defensores de la justicia y custodios de la soberanía, constructores de la República del ayer y hacedores de la República del mañana.

Somos gente “que llega de todos los pagos”, con la intención política que la Patria reclama en esta hora, y dispuestos a trabajar por la Idea y por la Unión del Partido Nacional.

(Blancos Coronilla)