Un homenaje fuera de tiempo
El país enfrentó con decisión la situación de la pandemia por Covid-19 y durante meses se pudo mantenerla alejada de nuestros hogares, hasta que por diversas situaciones el país fue preso de lo peor de la crisis sanitaria.
Y en todo este tiempo, solo hubo dos constantes.
La primera fue la dictadura terrible de los datos, desde los buenos a los malos.
En todo el tiempo que dista desde el 13 de marzo de 2020, cuando se declaró la emergencia sanitaria, los datos han variado a diario en las más de 500 jornadas que ya dura esta peste.
Las novedades estuvieron en los titulares de manera permanente, y el ojo de la sociedad se dirigió a ellos con natural ansiedad, tejiéndose un terrible drama humano que la gente siguió con angustia e inquietud.
Lloramos las muertes de los parientes, los conocidos o los que estaban lejos de nuestras vidas, y todos colaboramos con el esfuerzo de guerra -porque de una guerra se ha tratado- para enfrentar a esta maldita enfermedad.
Se ayudó a los más vulnerables, una parte de la sociedad entregó una colaboración de su sueldo, otra donó lo que pudo, el país se endeudó para comprar insumos médicos y vacunas, y se crearon mil ambientes de solidaridad social con los más necesitados.
Nadie -excepto algunos colgados de las prebendas- se quejó por esos gestos y en esto vimos lo mejor del país y su gente, dispuesto a entregar lo necesario para ganarle a la tragedia.
El país hizo enormes esfuerzos, nadie escatimó para combatir el mal, y el Estado hizo un formidable sacrificio para orientar los recursos necesarios en el objetivo de vencer a esta enfermedad.
Todo ha sido logrado con dificultad para alcanzar la preciada meta de que ninguna vida sea sacrificada, porque el dinero nunca sobra para hacer lo que se debe.
Y nada de eso es una honra sino un deber, porque somos hijos de una República y como republicanos de bien en esta emergencia debemos actuar.
Pero de pronto nos enteramos que una jerarca temporal del Estado, como es la vicepresidente de la República, Beatriz Argimón, dispuso gastar en medio de este inmenso apriete nacional de cinturón unos US$ 18.000 en dos pinturas, cuando por otro lado la gente se sacrifica de modo infatigable en lograr vencer al Covid-19 y superar los peores problemas económicos.
El Estado ha realizado en virtud de esa gran meta, grandes y permanentes sacrificios, pero esta servidora pública so pretexto de homenajear a dos mujeres, dispuso este gasto a destiempo.
En realidad no es el gasto en sí, sino el gesto lo que choca.
Si la vicepresidente Argimón quería homenajear mujeres, podía ayudar con ese dinero a parte de la formidable labor que a diario realizan las miles de vacunadoras que en cada jornada luchan contra el Covid-19, o gastarlo en auxilio de las miles de enfermeras que están en la primera línea para tratar a estos pacientes o para seguir las líneas epidemiológicas de la enfermedad, a las miles de médicas que generosamente y a riesgo de su vida ayudan a sostener esta enorme campaña de salud que el país encaró, o las cientos de mujeres soldados que contribuyen generosamente a que las vacunas estén en tiempo y forma en los brazos de orientales, o las miles de asistentes, limpìadoras, cocineras u otras que con trabajos humildes y sin fama, constituyen un silencioso pilar fundamental del país en dar esta formidable batalla.
Pero no.
Como decía Julio César en sus días, “la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo”.
Por eso los Blancos Coronilla alzamos nuestra voz con un profundo malestar por este inconcebible gasto en dos pinturas cuando hay tantas prioridades.
Estamos en un momento clave de la crisis sanitaria.
La vicepresidente Argimón debiera recordar que es jerarca de una República cuya gente se debate ante muchas dificultades, y tendría que dar un ejemplo de austeridad como servidora pública.
Por eso lamentamos profundamente su decisión.
No puede y no debe tomar este tipo de resoluciones en momentos de tantas dificultades de la gente y del país.
Hoy los gobernantes deben tener un estilo contenido, y eso esperamos de su alta dignidad.
Ya habrá tiempo para hacer este tipo de homenajes.
Es una provocación, el gobierno nos pone un adicional al IRPF y al IASS por la crisis y los mismos gobernantes dilapidando
ResponderEliminar¿Cual gobierno hizo eso? El actual no
EliminarEl Estado debe ser mínimo. Las colecciones de pintura deben estar en museos privado los que cobran entradas para ver las obras. Pero la competencia o sea el mercado hace que las entradas sean accesibles tanto que haciendo números resultará más accesible a los ciudadanos pagar una entrada para ver un cuadro a que que los compré el Parlamento y se lo carguelcargue a los ciudadanos en sus impuestos.
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ResponderEliminarSi, es verdad!! No demorarán lamentablemente las críticas hacia la bice presidente. Y reitero lamentablemente tendrán razón esta vez. Este no es momento para gastos extras. Lástima nadie del equipo de gobierno se lo hizo saber y la dejó actuar en un gran error.
ResponderEliminarLamentable¡!
ResponderEliminarTilinga¡¡
Se caen los ídolos por errores que no deben suceder, hay muchas carencias y personas en quien pensar, de esos errores que nos quejamos a diario y hoy se ve reflejado no sólo en critica sino en autocritica, si hicimos ver y nos hicieron ver gastos innecesarios, que otros gobiernos hacían, ahora se hace lo mismo, esto es igual y más de lo mismo, y no todos piensan o son iguales, pero esto es lo que se debe evitar, gente que va tras un plato de comida, y otras personas que colaboran y se sacrifican para que ese plato llegue a los más necesitados y hacemos algo tan fuera de lugar, y co ya lo dijeron a total fuera de tiempo
ResponderEliminarConcuerdo con usted
EliminarEs tal cual!!!
EliminarLa Vice Presidente se ha justificado en que los órganos de control del Estado no lo objetaron, el Senador Andrade se ha justificado que los "pobres" no pueden pagar los impuestos. Ambos se han "olvidado" que son Representantes del pueblo y que la ETICA que pretenden en los demás, también les corresponde.
ResponderEliminarEx acto
EliminarLa fórmula tendría que haber sido.
ResponderEliminarLACALLE BIANCHI.
Y LAS PINTURAS DEBERÍA DE PAGARLAS DE SU BOLSILLO Y LISTO,SERÍA 1 GESTO REPARADOR.
Viejos vicios en un presente con una sociedad muy sensible ante ciertas acciones de los Gobernantes con los Recursos de Todos.
ResponderEliminarObtener Confianza y Lealtad lleva tiempo y mucho trabajó, perderlas es un instante.
Que la historia sirva de ejemplo, sobre todo los últimos 15 años.