LA LUCHA AHORA ES POR EL PAÍS QUE QUEREMOS

“A través de la derogación de la LUC, no nos impondrán sus nefastas y fracasadas políticas de seguridad, educación y vivienda”

Y finalmente llegó la fecha indicada para la presentación de las firmas ante la Corte Electoral por parte de quienes pretenden derogar 135 artículos de la LUC.

Han presentado una cantidad cercana a las 800.000 firmas, las que serán analizadas por el organismo de contralor electoral a los efectos de constatar si se cumple con el 25 % del padrón exigido por nuestra constitución para que se habilite el Referéndum.

La primera reflexión que nos surge, para el caso de que la Corte valide las firmas necesarias, es que la militancia por el CAMBIO, los que dimos la batalla para impedir que los que nos quieren robar el cambio, no lograran su primer objetivo planteado, o sea la obtención de las firmas requeridas, no pudimos evitarlo.

Esa militancia que dio la lucha heroicamente, en soledad, con apenas el apoyo de algunos dirigentes políticos, como es el caso de Jorge Gandini y algunos pocos más. Esa militancia, que como los Blancos Coronilla dejó todo en la cancha, no pudo contra todo el aparato del PIT-CNT y el Frente Amplio, contra toda su dirigencia organizada, contra su publicidad en todos los medios, contra la complicidad de muchos medios de comunicación y de muchos comunicadores. Pero sobre todo contra las mentiras desplegada por todos esto. 

La segunda reflexión es que, como ya lo dijéramos en editoriales anteriores, el Gobierno en particular y la Coalición Republicana en general, equivocaron la estrategia. Pensaron que, sin su intervención en el debate, la ciudadanía decidiría libremente. Pero una cosa es que la ciudadanía decida libremente y otra muy distinta es que lo haga al influjo de las mentiras y de los engaños perpetrados por los dirigentes del PIT-CNT y del Frente Amplio.

Las estrategias políticas pueden ser acertadas o equivocadas y eso está dentro del juego de la política. Su éxito o fracaso depende de múltiples variables, muchas de las cuales están fuera del alcance del que traza la estrategia, lo que necesariamente obliga a la variación de algún aspecto de los fijados primigeniamente.

Pero en este caso, la estrategia llevada adelante por el Gobierno y de los dirigentes políticos de la Coalición Republicana, de no tomar acciones para intentar convencer a la ciudadanía de las bondades de la LUC, se mantuvo incambiada durante todo el proceso de recolección de firmas.

Los Blancos Coronilla podemos entender, aunque no la compartimos, la estrategia planteada. Pero lo que no podemos admitir es la pasividad que se tuvo ante la mala fe, el engaño, las verdades a medias, las mentiras enteras y hasta la prepotencia, que utilizaron los promotores del referéndum en esta campaña.

El Gobierno y los dirigentes políticos de la Coalición Republicana, ante la constatación de estos hechos, debieron salir a luchar, no por la LUC sino por la VERDAD. Dejaron sola a su militancia en una lucha totalmente desigual.

Si querían seguir con la estrategia de no intervenir en la decisión de la gente lo hubieran hecho, pero diciéndoles: “el que quiera firmar que firme, pero que lo haga no en función de argumentos falaces y mentirosos, que lo haga en atención a lo que estrictamente se plantea en la LUC”. 

No era necesario que se hiciera proselitismo, no era necesario que se variara de estrategia. Pero sí era necesario que esa estrategia, sin variar el fondo de la misma, se adaptara a la variable “mentira, engaño, falacia y exageración” puesta en marcha por los que entienden que “el fin justifica los medios”.

No tenían que reivindicar las bondades de la LUC, pero sí tenían la obligación de reivindicar la VERDAD.

Ahora, para el caso de que se validen las firmas necesarias para el referéndum, se abre un nuevo escenario. El Gobierno cambiará la estrategia, tendrá que hacer lo que no quiso hacer y tendrá que salir a defender la LUC. Dará el debate que no quiso dar y explicará la VERDAD sobre la ley.

Por nuestra parte los Blancos Coronilla, seremos la vanguardia en la lucha, no a favor de la LUC. Seremos la vanguardia de la militancia a favor del CAMBIO, a favor de un modelo de país y de los valores que hicieron grande a esta patria.

El Gobierno que salga a explicar los artículos de la LUC, la militancia lucharemos porque los que durante 15 años fueron incapaces de resolver los problemas de la Educación, de la Seguridad y de la vivienda entre otros, durante nuestro período de gobierno, no nos impongan sus recetas fracasadas.

La lucha no es por la LUC, es mucho más que eso, es por el país que queremos, por un país con esperanza para todos. Por un país que mediante el esfuerzo y el trabajo se logre una sociedad más justa y más próspera.

Hoy, como los Almogávares lo hacían antes de la batalla, gritamos con fuerza ¡DESPERTA FERRO!