Se ganó el respeto.

Hay actividades en este mundo que no son más difíciles que el resto, y que igualmente, además de la remuneración necesaria para todo el que trabaja, tiene otras remuneraciones, difíciles de comprender para el común de la gente.

Difíciles de comprender, pero comprensibles, si nos detenemos un minuto a pensar. Se trata del reconocimiento de quienes dependen de la dedicación diaria de algunos actores.

Se trata de la valoración de ese reconocimiento, pero la valoración verdadera, aquella que emana desde el corazón, desde la emoción y desde el respeto, que se va acumulando a lo largo del tiempo.

Y, cuando ese reconocimiento no responde a una simple voluntad de quien sucede en la actividad, sino que surge espontaneamente de quienes están en la primera línea de lucha diaria, de quienes arriesgan la vida en la calle, quienes también tienen padre y madre, esposa e hijos, e igualmente dedican un tiempo de sus vidas, a exteriorizar un sentimiento de congoja y de agradecimiento hacia una persona que los hizo sentir con verdadero y necesario respaldo, para  cumplir con una tarea que puede traer infinidad de consecuencias, eso, eso no tiene comparación.

Hoy,los Blancos Coronilla, asistimos a la pérdida de un compañero de Ley, un compañero que la peleó hasta el último momento, pero también asistimos al homenaje que le brindó el personal bajo su mando, de la Policía Nacional, que no sólo lo manifestaron con las sirenas y la marcialidad, sino que hubo integrantes de ese personal subordinado, que además lo plasmaron con la pluma.

Y eso..., eso tiene el más alto valor, para aquellos que algunas vez, tuvieron la tarea de mandar.

Descanse en paz Ministro, lo acompaño su gente, hasta el último subalterno, hasta el último minuto.