La hoz y el martillo que ofende la libertad y el republicanismo
“Valenti olvidó decirle al ministro Javier García, que la autocrítica que hizo el Partido Comunista, respecto del apoyo dado a los Comunicados 4 y 7 de las FFAA en febrero de 1973, fue hecha porque al final el Golpe no fue “peruanista”, porque de lo contrario se hubieran convertido en las Milicias Populares de los golpistas”
Corría el año 1989 y el Leviatán, así llamado por Hobbes, estaba herido de muerte. Al monstruo comunista creado fundamentalmente por Lenin y Stalin y materializado en la URSS y sus países satélites, le habían disparado con dos “balas de plata”, llamadas Glasnost y Perestroika. Eran los tiempos de Mijail Gorbachov, el que fuera el último Secretario General del Partido Comunista de la URSS.
El 9 de noviembre de dicho año, luego de grandes movilizaciones realizadas por activistas de Derechos Civiles, principalmente en Polonia, Hungría y Alemania Oriental, el gobierno de esta última, títere de la URSS, resolvió que sus habitantes pudieran cruzar libremente hacia el Occidente.
En Berlín, la avalancha de pueblo fue tan grande, que los puestos fronterizos tuvieron que dejar pasar a miles de alemanes sin ningún trámite previo. El pueblo, las familias, los amigos que habían sido separados hacía 30 años por un muro de más de 150 kms., en el cual habían sido asesinadas más de 140 personas, tratando de huir hacia la Libertad; se reencontraban, entre abrazos y llantos de alegría con sus seres queridos.
En la madrugada del 10 de noviembre, la Libertad se apoderó de ese pueblo sojuzgado por el comunismo y con picos, palas, martillos y hasta con sus propias manos, comenzó a la demolición del Muro causa de tanta ignominia. Un Muro que se había levantado bajo el símbolo de la “Hoz y el Martillo”.
En agosto de 1991, renuncia Mijail Gorbachov a su cargo de Secretario General del Partido Comunista y anuncia la disolución de éste. A partir de estos hechos, miles de personas que habitaban las regiones dominadas por el comunismo soviético, se lanzaron a la calle a destruír todo monumento que les recordara al régimen que los había esclavizado durante tantas decenas de años y que según todos los estudios serios realizados, el número de muertes atribuidas al régimen simbolizado por la Hoz y el Martillo, no baja de 40 millones de personas y en todo el Mundo, más de cien.
Asimismo se produjo una especie de catarata de prohibiciones del Partido Comunista en los distintos estados del bloque soviético.
Más recientemente, en setiembre de 2019, el Parlamento Europeo resolvió condenar al Comunismo por los crímenes contra la humanidad y las violaciones masivas de los Derechos Humanos. Asimismo, en el numeral 17 de la resolución, expresa su preocupación por el hecho de que se sigan usando símbolos de los regímenes totalitarios en la esfera pública y con fines comerciales, recordando que varios países europeos han prohibido el uso de símbolos totalitarios.
En cuanto a la actividad del comunismo en nuestro país, bajo el símbolo de la Hoz y el Martillo en la historia contemporánea, queda claro que fue lejos de ser democrática.
El Sr. Esteban Valenti agravia irrespetuosamente al Ministro de Defensa Javier García por haber manifestado que el Partido Comunista, en el año 1973. dio su apoyo al Golpe Militar. Y para demostrar que el ministro miente, manifiesta que el PCU, solo apoyó los comunicados 4 y 7 de las Fuerzas Armadas y que luego hicieron la autocrítica correspondiente. Este argumento es un insulto a la inteligencia. El mismo Valenti en Bitácora digital expresa que “el aparato militar o armado del PCU fue la organización armada con mayor capacidad de movilizar efectivos, poder de fuego y empleo de medios técnicos y de apoyo que existió en Uruguay entre las diversas fuerzas políticas”. Es importante destacar que ese aparato armado fue creado y organizado en plena democracia en el Uruguay.
Valenti , en dicha publicación, menciona varias razones por las cuales el PCU tenía ese aparato armado. Pero lo que queda claro después de leer entre líneas es que los comunistas uruguayos, al momento de la emisión de los comunicados 4 y 7 de las FFAA, tenían toda la esperanza de que se produjera un “golpe peruanista” en el Uruguay, o sea un golpe con orientación izquierdista. Y en consecuencia, el aparato armado del PCU, actuaría como milicias contra los militares que se opusieran a ese Golpe.
Dice Valenti: “El aparato militar no estaba concebido para actuar solo, era imprescindible una fractura militar”
Los acontecimientos tomaron un giro inesperado para los comunistas uruguayos. El Golpe militar no fue peruanista como previeron y se quedaron sin golpe que apoyar. En consecuencia ¿qué hubiera pasado si se hubiera fracturado el ejercito uruguayos y el Golpe hubiese sido de corte peruanista? Lo dicho, el PCU hubiera apoyado el golpe contra la democracia y su aparato armado se hubiera transformado en las “milicias populares”, con el desenlace natural que se ha dado donde ha triunfado el Comunismo, el fin de la Democracia, la República y de todas las Libertades.
A pesar de todas las aberraciones cometidas por el Comunismo en todo el mundo, en una plaza de la ciudad de Treinta y Tres, se rinde homenaje, a través de la colocación de la “Hoz y un Martillo”, que simboliza una ideología que cuando ha llegado al poder, solo ha causado muerte, hambre y la esclavitud del hombre al servicio de la casta que conforma los cuadros del Partido Comunista.
Este monumento que pone como excusa homenajear a los fundadores de ese partido en dicha ciudad, en realidad es una ignominia al pueblo uruguayo. Una exaltación de un símbolo que por lo único que se lo recuerda es por la muerte y destrucción que ha traído a la humanidad.
Es por estas razones que los Blancos Coronilla, como Blancos y haciendo honor a los ideales y valores de nuestro Partido, pedimos a las actuales autoridades del Departamento de Treinta y Tres, que enmiende el error cometido por anteriores autoridades y se disponga la remoción de dicho símbolo comunista así como también de la placa correspondiente de la ciudad de Treinta y Tres,
Asimismo solicitamos que se instrumente el cambio de nombre a dicha plaza nominándola como Plaza de la Concordia, en honor al sentimiento de entendimiento entre Orientales, una característica de este Pueblo, nuestro Pueblo, propia de su condición democrática y republicana.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con lo dicho por los Blancos.
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