Quieren robar la voluntad popular

 

El Frente Amplio y el Pit–Cnt decidieron, una vez más, ir en contra de la decisión de la mayoría de la gente.

En violentar las mayorías ciudadanas, son profesionales y no se rinden.

Y ahora quieren ganar en la Liga lo que perdieron en la cancha.

Para que se entienda la idea, vamos a mencionar solo algunos casos.

Ya en 1973 la Central Obrera y el Partido Comunista, uno el brazo militante y el otro socio de la Coalición de las izquierdas arcaicas, apoyaron de manera explícita los Comunicados 4 y 7 de las Fuerzas Armadas golpistas, conocidos el 9 del Febrero de ese año.

Para muchos esa es la verdadera fecha del inicio del golpe de Estado, aunque otros puedan decir que el episodio se consolidó en junio de ese mismo año.

El golpe que no contó con respaldo popular.

Luego, en tres ocasiones el Partido Comunista y el PIT-CNT  intentaron revertir un dictamen popular logrado a través de las urnas con la Ley de la pretensión punitiva del Estado, comúnmente conocida cómo Ley de Caducidad. 

Y ahora pasa igual con la Ley de Urgente Consolidación (LUC), de reciente aprobación y que pretenden -sin éxito aparente- llevar a plebiscito.

Con esa movida, se intenta -ni más ni menos- que derogar con un truco, promesas electorales cumplidas que fueron votadas por la gente en dos ocasiones (octubre y noviembre de 2019), y luego por las mayorías parlamentarias que representan a la gente.

No respetar las decisiones populares es el estilo tradicional del Frente Amplio y de su socio el Pit–Cnt. 

Se atraviesa una Pandemia, con un virus que no tiene movilidad propia, y desde la izquierda se convoca a marchas y movilizaciones de todo tipo, no sin antes pedir cuarentena absoluta.

Gran dicotomía. 

Cuarentena absoluta que sólo puede ser cumplida si antes se votan Medidas Prontas de Seguridad.

¡¡¡Pero ellos se oponen a la represión!!!

Proponen reprimir cualquier intento de que las personas salgan a buscar su propio sustento y una vez más se está a contramano de lo que pide la gente.

Carolina Cosse hizo construir un Antel Arena oneroso, el doble de caro de que cuesta en cualquier parte del mundo, y se prefirió eso a arreglar el Hospital de Clínicas, el centro de atención más usado por los compatriotas de bajos recursos.

¡¡¡Pero luego gritan que “lo importante es la gente”!!!

Se gastaron más de U$S 200 millones en el proyecto de una Regasificadora jamás terminada, optando postergar un CTI para la ciudad de Las Piedras, que el gobierno acaba de inaugurar.

¡¡¡Pero el problema está “entre el pueblo y la oligarquía”!!!

Ahora la batalla que lanzaron estos talibanes de la negatividad y la destrucción, se enmascara en la oposición a 135 Artículos de la LUC, de los cuales algunos de forma paradójico, fueron votados por el propio FA en el Parlamento.

Queda claro que a ellos no les importa nada y que el único objetivo que tienen es destruir y destruir lo que hace al actual gobierno.

Eso es lo que confesó cínicamente hace pocos días el comunista Oscar Andrade, cuando dijo que terminar con el imperio de la LUC no les importa, sino mandar una señal de rechazo al gobierno de la Coalición.

Si quieren un verdadero plebiscito, que esperen a las próximas elecciones, que es cuando el pueblo expresa su voluntad.

Pero, no.

El único programa que tienen para ofrecer el Partido Comunista y el PIT-CNT, es destruir todo.

Son los profetas del “cuanto peor, mejor”.

Y lo más triste de todo es que con ello arrastran al abismo a 

mucha gente del Frente Amplio que se oponen a esa visión negra y destructiva de la vida, que no se anima a expresarse para evitar el linchamiento público y mafioso a que nos tiene a todos acostumbrados.

Es hora de poner las cosas en su lugar, y terminar con los atropellos a las mayorías, y de intentar eliminar con el codo lo que la gente votó con la mano.

La LUC, ni más ni menos, es lo que la ciudadanía le exigió a los nuevos gobernantes poner al servicio de la gente.

Así que acostúmbrense: nos vimos en las urnas (como pedía Vázquez) y fueron derrotados.