Concursos truchos en los 15 años de gobierno frenteamplista

Muchos de los lectores de Blancos Coronilla, se estarán preguntando si tenemos una idea fija con el tema del Acoso Laboral del Estado en los 15 años de administración frenteamplista. Y no se trata de eso, lo que sí tenemos es conocimiento del tema y tratamos que todas las aristas del mismo, que no son pocas, queden en “negro sobre blanco” para que los que aún no han tomado conciencia del tema lo hagan con conocimiento de causa. 

En entregas anteriores hemos hablado de la persecución sufrida por los funcionarios públicos no frentistas, realizada por las Administraciones en general. 

Hoy, parafraseando al prócer, no solo queremos hablar de los “malos europeos”, vamos a hablar también de los “peores americanos”, o sea, los acosos cometidos por funcionarios No frentistas a compañeros No frenteamplistas. De los colaboradores en el Acoso. 

Sabido es que una de las metodologías utilizadas desde siempre por la Izquierda es “pegar con mano ajena”, y en su paso por el Estado, el Frente Amplio la utilizó en forma permanente en toda la administración. 

Es entendible que funcionarios, no vinculados al Frente Amplio, no se hayan enfrentado a la Administración ante actos arbitrarios de ésta. No todos tienen la fuerza o la posibilidad de hacerlo. Muchos tuvieron que cuidar su empleo, su modo de vida, responsabilidades familiares que los obligaban a sostener una conducta pasiva. A no meterse, a mirar para el costado ante la arbitrariedad. 

A éstos, no los juzgamos. Son situaciones muy difíciles, que duraran muchos años y con el agravante de ni siquiera tener el respaldo del Sindicato, ya que éste estuvo alineado con las arbitrariedades cometidas por la Administración, cuando no las propició. 

Pero si condenamos a aquellos funcionarios que por congraciarse con las jerarquías frenteamplistas, no tuvieron ningún prurito en realizar “informes a medida y a pedido”, los cuales, inexorablemente serían utilizados para perjudicar y perseguir a sus propios compañeros. 

Muchos de estos “colaboradores en el Acoso”, ya han recibido la Justicia Divina, puesto que las propias autoridades acosadoras, luego de usarlos para lograr sus fines perversos, los arrojaron al lugar donde siempre debieron estar: al basurero. Pero cuidado, que muchos como el camaleón, siguen impunes arrimándose al poder de turno. 

Si algo quedó demostrado en estos 15 años de gobierno del Frente Amplio, es la utilización del sistema democrático, de la ley y reglamentaciones en general, en su propio beneficio a extremos inmorales. 

Así es que el sistema de concursos, tanto para ascender como para ingresar a la Administración publica, fue un instrumento para beneficio del Partido. 

Estos sistemas importados en general del hemisferio norte, fueron implementados por los jerarcas frentistas, para darle un viso de legalidad a los acomodos y arbitrariedades. La metodología utilizadas generalmente era, en primer lugar definir el cargo con un “perfil” a la medida del que querían acomodar. Luego una entrevista psicológica cuyo informe era que el postulante poseía un perfil no demasiado ajustado a las exigencias del cargo y si en ésta no era posible bajar el porcentaje a los que no se quería que ascendieran o ingresaran, el golpe de gracia se lo daba la entrevista con el Tribunal. Esto se hizo a lo largo y a lo ancho de todo el país. 

Otro método utilizado generalmente por la Izquierda para acomodar sus partidarios, era, en la etapa previa al llamado a concurso par proveer determinado cargo, ya se le asignaba la función al funcionario que se quería beneficiar. Luego de cierto tiempo en el que el funcionario ejercía el cargo en forma interina a través de una Encargatura, se llamaba a concurso, introduciéndose en las bases del mismo, cierta ponderación a “aquellos” postulantes con experiencia previa en la función. De esta forma, resultaba prácticamente imposible que otro concursante sin dicha experiencia pudiera superar al “candidato” de la Administración. 

Se nos podrá decir: “pero no todos los que ingresaron eran frenteamplistas, no todos los que ascendieron eran del Frente Amplio”. Y es cierto, de forma muy inteligente, siempre elegían alguno para ascender o para ingresar, que no fuera fretista, es más incluso elegían a algún notorio militante de otro partido, a los que se los ponía convenientemente de ejemplo a la hora de sostener que no existían los acomodos, como ejemplo de cristalinidad de los procedimientos. 

Así es que al día de hoy, los mandos medios y superiores en la Administración del Estado están, en gran medida, en manos de funcionarios frenteamplistas comprometidos con su partido, entre otras cosas, por haber sido beneficiados directamente por aquél. 

Lo dicho anteriormente, es la realidad de lo que sucedió en los 15 años de administración frenteamplista. Lamentablemente los frutos de este “copamiento” de la Administración del Estado por parte del Frente Amplio, trasciende sus 15 años de gobierno y es así que hoy le está complicando la vida a las nuevas autoridades. 

Muchos de estos Sicarios frenteamplistas, así como muchos de los Colaboradores en el acoso que en la actualidad siguen prestando funciones en la administración, están amparados por los reglamentos, ya que sus posiciones de jerarquía, si bien en la mayoría de los casos fueron ilegítimas, se perpetraron, como ya se dijo, al amparo del sistema. 

Somos respetuosos del Orden Jurídico, no le vamos a pedir al actual gobierno que cometa ilegalidades, para reparar las injusticias. Pero sí que, por lo menos, las nuevas autoridades, efectúen un control férreo sobre el comportamiento actual de los funcionarios que otrora, y en algunos casos, incluso hoy en día, fueron el instrumento del acoso político laboral del Estado.